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Palais des Congrès | Porte Maillot | París - Francia
Del 26 a 30 de Abril de 2010
VII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis
Semblantes y Sinthoma
VII Congreso de la Asociación Mundial de Psicoanálisis
 
No hay discurso que sea del sinthome[*]
Flory Kruger
 

Agradezco la invitación que ha hecho la ECF al Consejo de la AMP lo que me permite hoy compartir con ustedes algunas cuestiones referentes al tema del VII Congreso de la AMP propuesto por J.- A. Miller.

El título del Congreso tiene un rasgo que caracteriza el modo de transmisión de J.- A. Miller, se trata de una pareja, de un binario, que evoca el de "inconsciente-síntoma", pero esta vez la elección del título traduce un desplazamiento hacia la última enseñanza de Lacan por lo tanto la referencia es al sinthome y su pareja en esta oportunidad es el semblante.

¿Se trata solamente de diferenciarlos? ¿qué relación posible se puede establecer entre estos dos conceptos? ¿Qué consecuencias tiene sobre el semblante la presencia del sinthome?

Respecto del síntoma ubicamos un primer momento dominado por la relación entre S1 y S2. El síntoma aparece definido como una formación del inconsciente. Mas adelante, cuando Lacan introduce el objeto a como condensador de goce, el síntoma va tomando cierta independencia hasta llegar a plantear que se basta a si mismo porque en su naturaleza es goce y que solo se anuda al inconsciente por medio de la transferencia, es lo que nos permite ubicarlo del lado del inconsciente transferencial.

En cambio, en el último tramo de su enseñanza hace su aparición el sinthome, un mixto entre síntoma y fantasma. Esta época está caracterizada por el "Hay Uno", por el S1 solo sin el Otro, el significante no está reducido a su articulación con otro significante, esto nos permite ubicarlo del lado del inconsciente real.

En esta divisoria de aguas el semblante nos queda del lado del inconsciente transferencial, mientras que el sinthome, del lado del inconsciente real.

Vemos que nuestro par se ordena en registros diferentes, el sinthome en el registro real en cambio el semblante en tanto que se sostiene en el discurso, tal como lo afirma Lacan: "no hay discurso que no sea del semblante"[1] lo ubicamos en los registros imaginario y simbólico. En este sentido el semblante como categoría es opuesto a lo real.

Otra diferencia que debemos señalar es que cuando hablamos del semblante, hablamos del lenguaje, en cambio cuando hablamos del sinthome hablamos de lalengua, donde el S1 está desvinculado del Otro.

Pero mi interés se centra no tanto en señalar las diferencias entre ambos sino mas bien en interrogar ¿cuáles serían las consecuencias para los semblantes de un sujeto a partir de la localización del sinthome en un análisis?, si el "savoir y faire" con el sinthome es el saber hacer ahí con eso, y teniendo en cuenta la advertencia de Miller al finalizar la presentación del tema en Buenos Aires que nos dice: "no borrar el semblante sino recuperarlo"[2] ¿cuáles serían los efectos sobre los semblantes luego del recorrido de un análisis?

Para poder avanzar con esta pregunta voy a incluir lo que llamaría un doble estatuto del semblante, por un lado lo que en el lenguaje clásico se entiende por semblante esto es, lo que aparece de lo que es, y por otro lado, el uso que aún persiste de la expresión "falso semblante" (faux semblant)[3], la falsa apariencia, algo que funciona como encubriendo lo que es.

Desde esta perspectiva ubico una diferencia entre los falsos semblantes que tienden al desconocimiento de un real que los determina, de los verdaderos semblantes que están orientados por lo real y a su vez regulan lo real del goce.

La pregunta que planteo entonces es por el lugar del semblante en un análisis y por el destino de los falsos semblantes al final de un análisis.

Para intentar responder alguno de estos interrogantes, recordemos que para Lacan el semblante está en la naturaleza[4] lo cual justifica que hable de la naturaleza de los semblantes incluyendo en esta categoría a todo lo que queda por fuera de lo real, el falo, el padre, el SsS, etc.

Entonces esto nos autoriza a afirmar que respecto de los semblantes, hay algunos que tienen la función de encubrir, de desconocer, mientras que otros tienen el poder que les otorga su función reguladora.

En este sentido hay que entender lo que se ha llamado la semblantización en la enseñanza de Lacan, esto quiere decir, la eficacia del semblante.

Desde este punto de vista, hay semblantes como el NP que tienen consecuencias en la dirección de la cura. Recordemos las palabras de Miller en la presentación del tema: "el análisis utiliza al padre, a un significante Uno que permita la lectura de esa opacidad, trata de hacer una parte transparente pero utilizando el semblante de un significante Uno".[5]

Vemos aquí el uso del semblante, el NP como instrumento del analista en la cura.

Y justamente, es a partir del uso del semblante en la cura que se puede avanzar sobre los falsos semblantes en la medida en que éstos dependen de la demanda y del deseo del Otro.

Cuando digo falsos semblantes estoy pensando en los síntomas que se hacen semblantes en la medida en que responden al deseo del Otro, el ejemplo paradigmático lo encontramos en la estructura histérica.[6]

Los verdaderos semblantes son los que se sostienen del sinthome, son semblantes que adquieren una eficacia vinculada al sinthome como "savoir y faire". En cambio los falsos semblantes los ubicaría del lado del "savoir faire".

El "savoir y faire" con el sinthome le permite al analista ir mas allá del semblante a condición de servirse de él.

El analista hace semblante de saber en la experiencia analítica[7], pero ese hacer semblante de saber no tiene que ver con el sentimiento vago de hacer como si uno supiese, en realidad se está a la espera de aprender algo del paciente.

El Sujeto supuesto Saber es un semblante, pero no se trata de un truco, de una simple apariencia, lo cual nos haría pensar en un falso semblante, sino que se trata de un fenómeno natural de la experiencia analítica que pertenece a la estructura del acto.

En este punto distinguimos al falso semblante, el que es dúctil al deseo del Otro, del verdadero semblante que permite al deseo del analista efectuar su transmisión en el punto donde el analista mismo queda interpelado por su propia intervención.

 
Notes
* Intervención realizada en París, en la 1er. Noche preparatoria del VII Congreso de la AMP 2010.
1- Lacan,J. Le Sèminaire XVIII.
2- Miller, J.A. Presentación del tema del VII Congreso de la AMP.
3- Miller, J. A. La naturaleza de los semblantes, Paidos. Buenos Aires, 2005. Pag. 13.
4- Miller, J. A. idem, pág. 13.
5- Miller, J.A. Presentación del tema del VII Congreso de la AMP.
6- Miller, J. A. idem referencia 5.
7- Miller, J. A. De mujeres y semblantes. Buenos Aires. Cuadernos del pasador. 1993. Pag. 12.
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